Ponte Vecchio, Florencia
El primer puente fue de orígen romano, de madera y piedra , y fue destruido en el 1333 por una inundación del río Arno. El Ponte Vecchio como lo conocemos hoy, fue construido 1345 por Taddeo Gaddi. En vez de cinco arcos como había antes en el puente original romano, hay solo 3 arcos, más rebajados y amplios, lo que permite que los escombros transportados por el río fluyan con más facilidad. Desde entonces, el Ponte Vecchio sigue en pie. Ha sido dañado y reparado varias veces, pero nunca destruido.
Gracias a la historia y a la misma suerte podemos decir que el puente se «ha salvado» en inumerables ocasiones: por ejemplo la leyenda dice que tras una visita de Adolf Hitler en el 1939 a Florencia, fue tal el impacto que le suscitó la ciudad, que fue el mismo Hitler convenció a alemanes para que salvaran el Ponte Vecchio de la destrucción durante la retirada de las tropas en el 1944.
La posición del puente no puede ser más céntrica y estratégica: se encuentra entre la Piazza della Signoria (donde esta el Palazzo Vecchio), y el Palacio Pitti.
foto satélite Ponte Vecchio ( googlemaps), Florencia
Siempre esta muy concurrido, gracias a sus joyerías:
detalle del escaparate de una joyeria en el Ponte Vecchio, Florencia
Sobretodo esta siempre muy animado en la zona central, donde hay una parte abalconada a ambos lados donde haréis buenas fotos si os orientais hacia a la izquierda, hacia el anterior puente, llamado Ponte alle Grazie ( distinguiréis en la lejania el Piazzale Michelangelo y San Miniato) o hacia la derecha orientando vuestra camara hacia Santa Trinità, el siguiente puente.
Justamente donde estais ahora, en la parte derecha, en el centro del puente, encontraréis un monumento con un busto de Benvenuto Cellini, el más famoso orfebre florentino, hecho por Raffaello Romanelli e inaugurado el 26 de mayo de 1901. El monumento a Cellini ha sido utilizado por muchas parejas que siguen la moda «colgar candados», símbolo de una unión de la relación amorosa, para luego lanzar las llaves en el río Arno simbólicamente. Para frenar la enorme cantidad de candados que ahora ha desfigurado la decoración del monumento, en su parte inferior, veréis que hay un cartel donde se recuerda que cualquier persona que intente hacer lo mismo, puede recibir una multa de 160 euros!
monumento Benvenuto Cellini, Ponte Vecchio, Florencia
Inicialmente en el Ponte Vecchio había carniceros y fruterías: sus propietarios tiraban los residuos directamente al río Arno. La realización, por Cósimo I de Medici en 1565, del Corridoio Vasariano, que pasa por encima del puente, (para que los Médici pudieran ir directamente desde la sede del gobierno de la ciudad, el Palazzo Vecchio, al Palazzo Pitti, sin mezclarse con la gente) hizo que desaparecieran este tipo de comercios. Así que se instalaron orfebres y joyeros siento éstas actividades eran mucho más adecuadas para los nobles que ahora caminaban entre la Piazza Signoria y Piazza Pitti.
joyería en el Ponte Vecchio, Florencia
Sin lugar a dudas Ponte Vecchio es uno de los monumentos más fotografiados de la ciudad, en cualquier momento del dia.
Ponte Vecchio de noche, Florencia
Seguramente habréis visto en más de una ocasión la típica postal de Florencia con el río Arno y la sucesión de puentes que lo atraviesan, siendo el más central y bonito el Puente Viejo.
sucesión de puentes sobre el rio Arno, Florencia
La familia Marinelli fue la única que se opuso a la aprobación de la construcción Corridoio a través de su propiedad, obligando a Vasari a diseñar el pasillo de conexión entre el la sede de gobierno de la ciudad y Palazzo Pitti sin destruir la torre.
Torre Marinelli, Ponte Vecchio, Florencia
No olvidéis una visita a este puente en vuestro próximo viaje a Florencia. Será imposible marcharse de la ciudad sin haberlo visto! Uno de los puentes históricos más bonitos y curiosos del mundo.
Hasta pronto!
Gemma
Muy bueno este post del Ponte Vecchio. Me he hecho seguidor del blog, que yo también soy un enamorado de Italia. 😉
Gracias Santi, bienvenido al club
Gemma
Este post hace que quiera salir corriendo a Florencia y quedarme ahí para siempre, enamorada, por supuesto.
Gracias Lucia